Día 6 - Hoi An y Hue

Después de una noche de sueño reparador después de un agotador día, nos dispusimos a hacer un poco de turisteo por Hoi An... pero el día dió para mucho.

El desayuno del hotel era espectacular, e incluía un cocinero que te preparaba platos en el acto (yo me comí unas 3 crèpes con platano impresionantes).

Nada más salir del hotel preparamos un pequeño tour por Hoi An.
La visita incluía:
El puente cubierto

Una casa tradicional vietnamita

El "mini" museo de la guerra


Un templo (decorado en plan restaurante chino)

Y luego... de compras!
Tienda de souvenirs

Tienda de lamparas

Un detalle "muy golfo" de las tiendas de recuerdos de Hoi An eran sus carteles para incentivar la compra:




La anécdota del día la protagonizó Manu cuando, al ir a sacar su cámara (para hacerle una foto a Esther a orillas del río)...
... se le resbaló y la cámara acabó en el agua.

Además, tuvo que meterse a por la cámara porque ninguno de los allí presentes (todos vietnamitas, salvo Esther) hizo nada para ayudar!

Lo malo: Manu se quedó sin cámara para el resto del viaje.
Lo bueno: Manu ya tiene una nueva cámara (que ya era hora)!

Después, quedamos todos a comer.










Después de comer, había que recoger toda la ropa a medida:




Y luego... partimos hacia la antigua capital imperial: Hue.

El viaje en fregoneta fue una pasada. La luz del atardecer era espectacular:


Y aprovechamos para hacer un poco el "charly"...






Y por fin llegamos a Hue... a nuestro estupendo hotel de 2 estrellas:



La verdad es que nos metiron un golazo por toda la escuadra con el hotel... pero estabamos cansados, era bastante tarde y... ya estabamos acostumbrados al "lujo asiático":


Detalle de la habitación de Jorge y Glez (para que fumigasen bien a las churris)


Más extras de la habitación de Jorge y Glez (para las fiestas)


Y el mejor detalle: un PC de sobremesa en cada habitación, con acceso a internet y todo (lo más útil en el peor hotel).

Además, en nuestra planta teníamos un guiri al que pusimos de mote "el pederasta", porque por su habitación no paraban de desfilar chicos jovenes vietnamitas. Entraban "frescos", y salían andando como John Wayne (you know what I mean).

El día no dió para mucho más. Nos dimos un pirulo por Hue, pero no vimos gran cosa... lo gordo se vería al día siguiente!

Por cierto, Manu intentó salvar su cámara...


... sin éxito.