martes, 29 de abril de 2008

Día 12 - Sa Pa

Día 12. Hace bueno. Parece que Pepe Glez se recupera satisfactoriamente.

Parece que el suero que está bebiendo "le da la vida"!!!
(Si no lo pillas, no te preocupes, es un chiste malo para gente observadora y con nociones de francés).

El plan inicial de hoy consistía en una tranquila excursión de 3 horas a pie para visitar un pueblecillo de por aquí. Ni que decir tiene que nos la hemos saltado todos salvo Esther y Manu, también conocido como "La Boa Duracell".

En lugar de sufrir, decidimos ir a dar una vuelta por Sa Pa. Para no aburriros (ni aburrirme yo) y teniendo en cuenta que hicimos lo mismo 2 veces (por la mañana sin Esther ni Manu y luego con ellos por la tarde) , os voy a contar lo que vimos en Sa Pa.

Para empezar, hay que decir que Sa Pa, como todo pueblecito de las montañas está en cuesta, lo que hace que se te haga más "cuesta arriba" (otro chiste de "altura"... y otro... en fin, creo que es mejor que pare). Después de la paliza del día anterior, nos lo tomamos todo con un poco de relax.

Entre las cosillas que se pueden ver, podemos destacar:


Las tiendas típicas de ropa de la zona (para turistas)


El mercado


La plaza del pueblo


El laguito (que es una especie de Aquópolis)

Creo que no me dejo nada, salvo quizás los puestos ambulantes de chucherías (ojo al paquete de Sugus!), de tuning de móviles, de remedios caseros, de ropa y de alguna otra cosilla más.

Pero claro, luego están las anécdotas que vivimos en aquellos lugares tan banales.

Para empezar, en un mercado te puedes encontrar cosas tan apetecibles como:


Un cubo de gusanos


Una vaca descuartizada "al aire"

Y el plato más rico para abrir el apetito:


El guau-guau!!!

No quiero que penséis que solo hay cosas raras por allí. También tienen frutas normales, frutas exóticas, verduras, gayumbos, y los tradicionales recipientes con serpientes macerando en alcohol (allí conocidos como "snake wine" pero que a estas alturas han dejado de llamar nuestra atención).

Otro gran momento vivido fue al ir a ver el lago. Íbamos andando por una especie de acera que había en el borde de uno de los lados del lago, cuando Manu metió el pié en un agujero... pero bien metido!


La situación dio para innumerables fotos y para un vídeo:


El otro momento de mucha expectación consistió en el cruce de un puente flotante de bambú por parte de Chuck y de Manu.

La ida:


La vuelta:


Nuestra estancia en Sa Pa tocaba ya a su fin, por eso decidimos tomarnos una típica cerveza con cacahuetes, como los de allí:


Después de un rato, Manu y Jorge estaban un poco "piripis"...



Al rato nos volvimos al hotel, hicimos las maletas y nos fuimos en fregoneta a Lao Cai, porque teníamos que coger el último tren con destino a Hanoï.

El viajecillo hacia Lao Cai fue un poco estresante. Para empezar las carreteras no son nada del otro mundo y por si eso fuera poco empezó a diluviar. No contentos con eso, cayó un rayo a escasos 4 metros de la frego... y claro, pasamos un viajecito de escándalo!


A la mitad del viaje Pepe Glez se dió cuenta de que se había dejado el pasaporte en el hotel! Menos mal que Chuck consiguió que otro grupo que bajaba hacia Lao Cai le trajése el pasaporte!

La vuelta en tren fue tranquila, aunque íbamos en segunda.

De hecho algun@s triunfaron...



Aquí podéis ver las fotos del día 12.

martes, 22 de abril de 2008

Día 11 - Sa Pa

Despues de una "relajante" noche en el coche-cama Hanoi-Lao Cai y tras un pirulo de casi una hora en fregoneta (esta vez eramos 12 + maletas y mochilas en una Ford Transit), por fin llegamos a Sa Pa (pueblecillo en las montañas del norte de Vietnam).

Nuestro guía se llama "Chuck" (o algo parecido) es muy majo y habla ingles realmente bien, lo cual esta bien porque nos cuenta un montón de anécdotas de la zona.

Lo bueno es que hace una temperatura mas que razonable.
Lo malo es que los mosquitos aquí tienen dientes los muy hijos de ...

Hemos llegado al Hotel Royal View, y la verdad es que a primera vista no tenía mala pinta (el lobby da el pego).


Hemos desayunado y estamos esperando para ducharnos (en unas habitaciones vacías del sótano, porque todavía no tenemos nuestra habitación).


Vaya cara de vicio!

El viaje está finalizando... y ahora empieza a haber bajas!

PARTE DE BAJAS:

Pepe Glez: se encuentra bastante jodido del estomago (se ha tomado 3 Fortasecs en menos de 6 horas y sigue flojo...).


La cara de Pepe lo dice todo...

Jorge + Esther: se encuentran en el límite... ya sabéis a lo que me refiero.

Patri: malestar general pero sin asma.

Manu: aguanta por ahora, pero le recordamos que esto es una carrera de fondo y no un sprint. Cualquiera puede caer en cualquier momento!

Yo: me encuentro muuucho mejor, el catarro parece que remite.

Tenemos el parte de bajas en vídeo, pero la calidad de la imagen no es demasiado buena (aunque vale la pena escucharlo).

Después de la ducha, nos disponemos a hacer una marcha de 6 horas por las montañas para visitar pueblecitos. La idea es comer en algún lugar de la ruta y luego volver al hotel a hacer el check-in, ducharnos, ver un poco el pueblo y a sobar.

Nada más salir del hotel nos encontramos con un grupo de señoras y de niñas de la zona.


Se trata de mujeres de la minoría Hmong (o "hamón" como diría El Cordobés) que, aparte de ocuparse de los hijos, cocinar, hacer la casa, trabajar en el campo, ... sacan tiempo para acompañar a los turistas durante TODO el recorrido (el nuestro duró 6 horas 6) . Después, se van a sus pueblos (algunos situados a unas 2 ó 3 horas andando de Sa Pa)... como si nada!

Durante todo el camino te van haciendo regalitos (ramos de flores, pulseritas, etc)... y lo gracioso es que cada una "adopta" a un turista y se pasa todo el viaje a su lado, esperándole y ayudándole.

Pero claro, al final tienes que pasar por caja: hay que comprarles algunas de las manualidades que hacen... y son muy duras negociando (o es que después de 6 horas al sol subiendo y bajando por los arrozales, estábamos un poco cansados!).


A Patri le toco una niña de 8 años que le saco 100.000 VND (5 Euros) por un bolsito y a mi me toco una que era demasiado "lista": no llevaba casi nada y quería que se lo comprásemos todo... y cuando le decíamos el precio, decía que si a la niña le dimos 100.000 VND, que a ella también!!!

Lo mejor de la caminata era el paisaje de arrozales:




En la zona donde paramos a comer, y donde Pepe dijo que ya no podía más (se encontraba realmente mal y contrató, por un pastón, a una chica que iba en moto para que le acercase al hotel), nos encontramos a unas mujeres de otra minoría:


También vimos estampas del Vietnam más rural:


Puente de "Calatlava"


Un búfalo para arar los arrozales (es la posesión más valiosa por allí)


Un búfalo albino


Un niño de 2 años con un machete afilando un trozo de bambú...

También vimos perritos, patitos, ... una explosión de vida y color!

Al final, acabamos bastante cansados. Nos vinieron a recoger en una frego y nos dejaron en el hotel. Hicimos el check-in. Cenamos...


... y a la cama!

Por cierto, un comentario respecto al Hotel Royal Sapa: EVITADLO!!!
Pese a la primera impresión (por fuera da el pego), este hotel es una autentica porquería:
- hay una humedad del copón (en nuestra habitación, la numero 211, me he levantado mojado de la humedad de las sabanas... a ver como evoluciona el catarro)
- no hay bañeras / duchas (por lo que empapas TODO el baño al ducharte, ya que para ellos el plato de ducha es TODO el baño)
- la comida es bastante mala (después de cenar tuvimos que ir a comer una pizza)
- el ADSL va como el culo (el peor de todo Vietnam!)
- y son bastante guarretes (pero esto es la tónica general por aquí).

Me han dicho que el único hotel decente en Sa Pa es el Victoria o el Queen Victoria.

Manu no esta de acuerdo con que este hotel este mal, pero es que su habitación entre otras cosas, la humedad relativa del aire NO era del 200% y porque ellos si tenia bañera y espacio.

Aquí podéis ver las fotos del día 11.

jueves, 17 de abril de 2008

Día 10 - Hanoï y viaje a Sa Pa

El cansancio por el embarazo va haciendo mella y hoy no me apetece demasiado liarme a escribir, así que voy a "reciclar" el email que envié "aquel día" desde Hanoï (ilustrándolo un pelín con fotillos):

Hola a todas/os,
Vaya día tan pesado... sofocante, diría yo. La caló esta llegando a unos niveles difícilmente soportables hoy... menos mal que entre las 15:00 y las 16:00 se encapota el cielo y cae la del pulpo... pero de ponerse a nadar por las calles.

Como ya empezamos a ser perros viejos en estos temas, hoy hemos ido a comer a un sitio con una terraza en un tercer piso, justo delante del lago Hoan Kiem (el más famoso de Hanoï: el de la leyenda de la tortuga y la espada, bla bla bla)... para poder ver con todo lujo de detalles como se empapaba la gente, porque ni con chubasquero puedes estar seco (sudas tanto, que vas empapado de todas formas).


Se nota que el viaje esta tocando a su fin, ya que nos estamos relajando. Al principio buscábamos "lo autentico" (es decir restaurantes cutres, sucios, extremadamente baratos... vamos de los de aquí) y ahora solo comemos en sitios selectos y/u occidentales (pero vamos que no pagamos nunca mas de 5 $/persona.


Esta mañana hemos ido a ver la tumba del "tío Ho". Había un montón de gente. De hecho, algo llamativo es que mucha de la gente que hacia cola eran vietnamitas (debe ser el único momento de ocio que se permiten).

Nos han hecho pasar 2 controles de seguridad: el primero para quitarnos las bolsas / mochilas y el segundo para los móviles y las cámaras de vídeo.

Ademas de la seguridad, otra cosa que llama la atención cuando vas al mausoleo de Mr. Ho, es que no puedes hablar y hay que cuidar la vestimenta: ni camisetas de tirantes ni pantalones cortos para ellas... no vaya a ser que se excite y quiera salir de la urna.


Luego se montan unos cipotes de escándalo para recoger los móviles y demás cosillas que te requisan antes de entrar.

Llamar museo a lo que hemos visto es lo mismo que llamar Artista a Jesulín. Era una especie de "lavadora cerebral" para los vietnamitas en las que se sesgaba la historia y se simplificaba todo a unos extremos ridículos.

Una cosa muy graciosa es que decían: así vivían los colonos franceses, y aparecían muebles tallados, ropa elegante y jarrones de porcelana... pero luego ponía "así vivían los pobres vietnamitas oprimidos" y aparecía un gorro de paja, ningún mueble y un par de cuencos en el suelo.


Así vivían los franceses...



... y así vivían los vietnamitas!

Claro, lo cachondo de todo esto es que cuando te paseas por aquí ves que REALMENTE siguen viviendo igual! De todas formas no quiero criticar que nosotros también tenemos lo nuestro...


Luego nos hemos ido al centro, de shopping... bueno más bien de regateing.
Yo ya parezco Ronaldinho. Creo que el problema de estar una tarde regateando es que tu estas solo y ellos son muchos... y claro están mas frescos.
Al final, hasta pasábamos de regatear... y eran ellos los que nos bajaban los precios sin decirles nosotros nada.


Iba a decir que no son mala gente... pero no es del todo cierto. Hay un taxista que es un autentico hijo de Ho Chi Minh. Esta mañana nos ha llevado desde el hotel hasta el mausoleo y nos quería cobrar 78.000 VND (menos de 4 Euros) cuando el día anterior otro taxista nos llevo por 30.000 VND (1,5 Euros)!!! Claro, le hemos montado un pollo y hemos llegado a un acuerdo por 40.000 VND (2 Euros).

Aquí hay que desconfiar de todo. En lo que se refiere al transporte, hay dos opciones:
1) Fijas un precio por un trayecto y punto (de esta forma te aseguras que te va a llevar directamente de un sitio a otro... aunque a lo mejor pagas de mas), o
2) Te la juegas y le dices que ponga el taxímetro... pero esto supone dos problemas:
a) que te de mas vueltas que a un tonto (eso nos lo hizo uno en Saigon... el muy cabrón nos llevo del aeropuerto al hotel por 4 Euros en lugar de 1,5 Euros!!!)
b) que tenga el taxímetro trucado y ves que el precio sube como el cuenta-revoluciones de Fernando Alonso (y eso es lo que nos ha ocurrido hoy: 78.000 VND en lugar de 30.000 VND... joputa!).

Ahora vamos a comer algo, porque nos espera una noche en un tren de camino a las montañas de Sa Pa. Dicen que vamos en primera clase y la de dios... veremos.

Salutti a tutti,


PEPE & The Pijipis

Bueno, como esto ha quedado un poco escueto y nos ocurrieron más cosillas, os doy un poco más de trabajo añadiendo un poco más de rollo ilustrado (por lo de las fotos).

La tarde no empezaba demasiado bien: Esther tuvo un momento místico y de repente vimos como le apareció un sarpullido (en la foto no se aprecia del todo bien, pero los allí presentes vimos que tenía la forma de la cara de Mr. Ho).


¿Sería una señal?

Lo cierto es que pese a las señales de cansancio físico y del más allá, recogimos el petate y nos fuimos en fregoneta a la estación de tren de Hanoï.


El tren estaba bien, los compartimentos limpios y la cosa pintaba bastante bien.


La gracia de los viajes "a la aventura" es que siempre suele haber alguna cosilla que no te esperas que ocurra... y en el tren el problema fue el aire acondicionado: hizo un frío de escándalo durante toda la noche. Manu, Patri y Pepe Glez (los tres que ocuparon las literas de arriba) pasaron una noche de perros por el frío.
De hecho, yo, que dormí en una de las literas de abajo, a veces me despertaba por la corriente gélida que recorría el compartimento.


(Esta foto la cuelgo para hacerle la pelota a mi jefe, haciendo publicidad de mi empresa en Vietnam!)

Pero como "lo que no te mata te hace más fuerte", por la mañana llegamos en plena forma a Lao Cai.


Como curiosidad, decir que Lao Cai esta solo a 1 km de China (ahora vas y lo cascas).

En la estación de Lao Cai nos esperaba el comité de bienvenida.


Llegados a este punto os propongo un juego: ¿encuentra, en menos de 30 segundos, donde esta nuestro guía?

Os doy dos pistas: tiene los ojos rasgados y viene de la agencia Vega Travel.

Aquí podéis ver las fotos del 10º día.

miércoles, 9 de abril de 2008

Día 9 - Hanoï

Día 9 y primera baja. Ayer por la noche cogí un catarro que me tuvo fastidiado (cansado, moqueando, etc) todo el día, pero parece que la cosa va mejorando.

El grupo se ha dividido. Manu y Esther han ido a darse una vuelta (3 horas a pata... cuesta arriba) a la Pagoda del Perfume... a ver como vuelven. El resto del equipo nos hemos quedado a pasear por Hanoï.

Plan de visitas para la jornada:

1) Palacio presidencial... y alrededores:
Aparte de callejear por la ciudad, en todas las guías recomiendan visitar el palacio presidencial donde vivió "el glan lidel" también conocido como Mr. Ho (o simplemente Ho Chi Minh).


En los alrededores del palacio se encuentran también:

La pagoda del pilar único


El museo de la revolución


Y evidentemente el mausoleo de Mr. Ho


Luego nos hemos ido al templo de la literatura a venerar a Confucio. He pasado unas cuantas veces por la Puerta de la Síntesis (a ver si se me pega algo, que me enrollo como las persianas)!


Luego hemos comido en un super-restaurante que recomendaba la Lonely Planet, pero que al final era "caro" (6 $/persona) y no era para tanto.



Luego nos metimos a tomar algo en un bar que montó un australiano...


Seguimos con nuestro periplo Hanoïense visitando la Iglesia de San José...


Y por la noche, nos fuimos a cenar a una escuela de cocina que nos recomendaron: la escuela Hoa Sua.


Parece ser que se trata de una escuela donde enseñan a cocinar y a servir mesas a niños de la calle. El restaurante es muy chulo y la comida esta realmente rica. De hecho, creo que incluso pedimos una botella de vino y nos salió por 12$/persona!

Después de cenar volvimos al hotel bordeando el lago "Joaquín"...


ANECDOTAS:
La verdad es que el día de pateo en Hanoï dio mucho de sí en este apartado, ya que pudimos ver cosillas "peculiares" o estrambóticas como un par de tortugas chingando en el lago de la pagoda del pilar único, una bici-carretilla, un post-it humano, un top-manta vietnamita (no, no estaba Bisbal chicas), una barbacoa a reacción, una galería de arte-parking, la competencia de Visionlab, un zapatero express, motos tuneadas, antirrobos para motos "made in Vietnam", peluquerías al aire libre, y muchas otras cosillas que os iremos enseñando!

MENSAJE PERSONAL:
Mi madre me encargó que le trajese pinceles decorativos vietnamitas. Eso que en un principio parecía algo sencillo, se tornó en algo potencialmente peligroso. Después de no encontrar por ningún lado un pincel, empezamos a preguntar por anticuarios y demás "cuchitriles" con trastos viejos. Al final acabamos en un cuchitril-anticuario donde nos pedían un pastón por un pincelillo de nada... y el sitio acojonaba bastante, porque nos hicieron subir a un piso alto por una escalera un tanto estrecha. El sitio tenía una pinta tan cutre-chunga, que tuve que pedirle a Jorge que me acompañase por si acaso! Menos mal que al final encontramos un cubo de pinceles vietnamitas!

Aquí podéis ver las fotos del 9º día.