lunes, 4 de febrero de 2008

Día 5 - Da Nang y Hoi An

La verdad es que nos estaba saliendo todo genial: enlaces de vuelos, reservas de hoteles... nos salía todo TAN BIEN que empezaba a pasarnos factura, porque no perdíamos ni un solo minuto.

Aterrizamos en Saigón después de volver de Camboya a eso de las 21:00. Teníamos que decidir si nos quedábamos en el aeropuerto y empalmábamos con el vuelo a Da Nang (que salía a las 4:30 AM) o si nos adentrábamos en Saigón para localizar un hotel donde pasar las 5 ó 6 horas que teníamos por delante antes de salir hacia Da Nang.

Al final decidimos reservar un hotel barato (y no demasiado cutre, por cierto)... y el taxista nos timó, pero eso es otra historia (y ya llevo demasiado retraso como para contar batallitas).

Aterrizamos en Da Nang a eso de las 7:00 AM (despues de habernos levantado a las 3:30 AM!!!). Como no había mucho que ver, no vimos realmente nada. Salimos pitando hacia Hoi An en una "fregoneta" que parecia un micromachine (no cabia ni un alfiler: 6 personas + 5 maletones).

A mitad de camino nos paramos a ver la montaña de marmol y a subir sus 156 escaleras.


En teoría, de estas montañas (o mejor dicho, colinas) salió el mármol con el que se construyó el mausoleo de Ho Chi Minh.

El lugar es pintoresco, no es para nada excepcional, pero nos topamos con unas señoras curiosas que nos camelaron para que bendijésemos todas las estatuillas que había por ahi.


Tras la foto de rigor con nuestras amigas (ojo con los dientes de la señora del vestido verde) proseguimos nuestra marcha hacia Hoi An.


Hoi An es uno de los sitios más chulos de Vietnam, y para verlo mejor, decidimos aprovechar que hacía muy bueno para alquilar unas bicis y recorrer la ciudad.


Hay un monton de bares y restaurantes tipicos e infinidad de puestos con todo lo que un turista pueda imaginar: desde tiendas de muebles hasta galerías de arte, pasando por 200.000 tiendas de recuerdos y 400.000 sastrerias donde te hacen ropa a medida en un tiempo récord.

A lo largo de la mañana, todos (salvo Jorge y yo) cayeron en la fiebre consumista del "taylor made in Hoi An":
MANU y PEPE GLEZ = un pijama kimono (30 $).
ESTHER = una camisa con bordados (15 $).
PATRI = un traje oriental con bordados (35 $).


Después de comer en un restaurante típico (con palillos) llamado Faifoo Restaurant...


... nos fuimos a la playa.


La playa de Hoi An es una pasada. Se encuentra a unos 5 ó 6 kilómetros del pueblo, pero vale la pena el paseo. Hay una hilera de palmeras antes de llegar a la playa. La playa es enorme... y el agua esta calentorra (como en Benidorm en pleno mes de agosto, más o menos).

Estuvimos en la playa hasta el atardecer, y luego nos fuimos de vuelta a Hoi An.


Nos duchamos, pasamos por la sastería para hacer una prueba de vestidos...


y nos fuimos a buscar un sitio para cenar.

Cenamos en otro lugar altamente recomendado por las guías de viaje (pero un poquito guarrete, todo hay que decirlo): "Le café des amis".


Después de cenar, nos topamos con uno de los mejores locales que hemos visto en Vietnam (y que recomendamos a todo el mundo!), el "Mango Rooms".


Una especie de oasis chill-out en medio de Vietnam (no solo de Hoi An!). Este sitio nos sorprendió tanto por su aspecto (decoración elaborada, colores chillones, etc), por su ambiente (música chill-out, ...) y por sus platos. Nosotros probamos unos postres riquísimos y unos cocktails espectaculares, sobre todo éste:


Aunque sea anecdótico, el "Mango Rooms" aparece en la guía de viajes del New York Times, casi nada!

Después de los cocktails, nos fuimos al hotel.

Aqui podeis ver las fotos del 5º día (no están ordenadas, primero aparecen las de Manu y luego las mías).

Consejo para viajeros: cuando vayáis de viaje con más gente y queráis compartir las fotos del viaje, os aconsejo que verifiquéis que todos tenéis la misma FECHA y HORA en vuestras cámaras digitales, porque sino es un infierno organizar las fotos (por eso las nuestras están desordenadas).

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